Resumen:
La función editorial se ha caracterizado por su fuerte componente de sistema en el sentido de que todos los elementos de la cadena están estrechamente relacionados entre sí en una concatenación necesaria. La aparición de las tecnologías digitales ha supuesto una ruptura de esta estructura lógica alterando los sistemas de mediación e intermediación tradicionales permitiendo la desaparición de algunos de sus elementos esenciales. De esta manera, figuras como las del editor o distribuidor, elementos imprescindibles en la edición en papel, pueden desaparecer en algunos de los modelos que se están generando. Al hilo de estos nuevos modelos de negocio están surgiendo actores nuevos que juegan en este terreno con las ventajas que les permite su experiencia previa en el mismo. Amazon, Apple o Google están adquiriendo un fuerte posicionamiento en el mercado del libro electrónico.
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Cordón-García, José-Antonio; Alonso-Arévalo, Julio. «Mediación y desintermediación: nuevos actores en la cadena del libro electrónico». Anuario ThinkEPI, 2011, v. 5, pp. 121-127.
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA EDICIÓN ELECTRÓNICA
Por Tomás Saorín
Sería interesante diferenciar entre la «novela electrónica» y el «libro electrónico».
El modelo de negocio para la literatura de lectura masiva es el que se suele utilizar, pero la exploración del valor editorial podría también venir de aquellos otros libros en los que hay una mayor inversión en servicios editoriales (ilustraciones, esquematización, diseño visual, infografías, lectura fácil, etc.).
Podríamos plantear un modelo basado en la distribución básica del contenido de un libro informativo en formatos de «baja calidad», o desagregado, y la distribución como Apps en tiendas como Appstore de Apple, a precios de risa. Repositorios en línea para la función de información, perduración y referencia, y acceso a novedades en formatos elegantes para tabletas táctiles a todo color.
Pagar por novedad y calidad de lectura. Edición digital en rústica y en encuadernación de lujo.
Parece necesaria una transformación del modelo de escritura para llevar a los libros la revolución ya presente en los media: inversión en diseño. Y todo esto lo ha pagado la publicidad. También podría repartirse el canon.
Lo que sí habría de plantearse abiertamente es la muerte del ebook en blanco y negro frente a la tableta multitáctil de aire «iPad».
Leemos de otra forma y otras cosas… hay que editar/distribuir de otra.
Y si la tendencia es hacia lo gratis… ¿quién paga los gastos?