El 2005 se cumplieron diez años de existencia de prensa en internet en España1. Si bien no parece claro que el decenio transcurrido haya sido un período suficiente para permitir madurar el nuevo formato (o nuevo medio de comunicación, según las opiniones), sí que al menos la efemérides ha estimulado en los últimos meses la publicación de variados estudios.2 Sin ánimo de exhaustividad y a partir de las aportaciones de la bibliografía reciente, mostramos en esta nota algunas de las líneas visibles del presente de la prensa digital en nuestro país, incidiendo en aquellos aspectos que pueden ser de más interés para documentalistas.
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Cómo citar este artículo:
Guallar-Delgado, Javier. «La prensa digital en 2006«. Anuario ThinkEPI, 2007, v. 1, pp. 106-113.
Guallar-Delgado, Javier. «La prensa digital en 2006«. Anuario ThinkEPI, 2007, v. 1, pp. 106-113.
LA MALA CALIDAD DE LOS BUSCADORES DE PRENSA
Por Lluís Codina
Felicidades a Javier Guallar por su magnífico análisis sobre la prensa digital en Internet.
Únicamente, me gustaría señalar una cuestión a propósito de los motores de búsqueda de los medios: me sorprende su mala calidad general, por no decir, su casi nula operatividad. Personalmente, casi nunca he encontrado nada usando el motor de El País, incluso sabiendo que lo que busco ha sido publicado por El País, de manera fehaciente. Vale, puede que sea fallo mío.
El motor de La Vanguardia me ha funcionado un poco mejor, pero ni en éste, ni en otros casos he observado una calidad ni una interfaz remotamente parecida a una base de datos documental convencional en línea como las muchas que podemos encontrar actualmente en la Web. Me sucede lo mismo con buscadores de emisoras de televisión españolas o de agencias de prensa.
Para mí la poca calidad general de los motores de búsqueda de los medios es un misterio. ¿Nadie usa esas bases de datos? ¿Las usa mucha gente, pero solamente me pasa a mí que no den buenos resultados, o solamente me parece a mí que sean tan ineficaces en general? ¿Estoy en total minoría en este tema?
No me gustaría acabar esta breve nota sin destacar que, en cambio, My News Online me parece cada vez mejor. Lo que no encuentro en la base de datos de El País (publicado por el propio El País), lo encuentro aquí sin la más mínima dificultad, y lo mismo con cualquier otro medio de comunicación nacional.
Gracias por su atención.
LA INFLUENCIA DE LOS BLOGS
Por Jorge Serrano Cobos
Se le podría sacar mucho mucho jugo al mensaje de Javier Guallar, pero me quedo con una reflexión sobre, precisamente, qué consideramos hoy medio de comunicación, y su importancia en el mundo de la comunicación multimedia.
Al excluir a los blogs del concepto, ?no estamos dejando de lado el que hoy es ya probablemente El medio de comunicación en internet?
En la pasada mesa redonda sobre libros digitales, blogs y medios de comunicación de las jornadas CALSI 2005 se destacó asimismo, como indica Javier, la influencia creciente que están generando los blogs en el ámbito mundial. En grandes números y según diversas fuentes:
millones de enlaces entre ellos, lo que está influyendo incluso en Google.
Además, su influencia es tal ya que:
Además, es interesante ver cómo el estudio de estos medios de comunicación personales aporta paralelismos significativos con los medios de comunicación más tradicionales:
Del mismo modo se senalaron algunas diferencias o peculiaridades:
También en aquella mesa se lanzaron algunas preguntas al aire que también me parece ver (de alguna forma) en el mensaje de Javier:
Por último, y sobre lo que comentaba Javier del problema de contenido de pago, recuerdo que ya en su momento (buff, en 2002) comentamos otro problema que tuvo El País para conseguir que los usuarios se suscribieran: lo poco usable que era el sistema de registro 😉
Ver: http://trucosdegoogle.iespana.es/usabilidad_diario_el_%20pais_v11.pdf
Un abrazo.
EL SECTOR ESPAÑOL DE PRENSA NO TERMINA DE LANZARSE AL MUNDO DIGITAL
Por Ángeles Jiménez López
Apreciados miembros de la lista:
Hace algunos días Javier Guallar difundió en este medio la interesante contribución La prensa digital en 2006. Dado que trataba un tema de mi interés quisiera aprovechar la circunstancia para aportar algunas opiniones partiendo de sus comentarios:
Al sector espanol de la prensa digital le falta un largo camino por recorrer para alcanzar la madurez. Es cierto. No creo que se deba a la inexistencia de tecnologías adecuadas o de profesionales cualificados. El motivo principal por el que muchas publicaciones siguen siendo modestas o por el que la mayoría de redacciones son reducidas es básicamente uno: las empresas informativas no han hecho aún una verdadera apuesta por los medios digitales. El por qué de este hecho tiene mucho que ver con el nivel de penetración de Internet en Espana (mientras que en Estados Unidos, por ejemplo, ronda el 68%, aquí se sitúa entre el 37 y el 41% dependiendo de la fuente que se consulte). Esta baja penetración, como es sabido, desanima la contratación publicitaria y da al traste con las expectativas de obtener beneficios por esta vía, de las empresas informativas.
La existencia de limitaciones coyunturales, de imponderables ajenos a las propias empresas (sumadas a las estrictamente internas), ha generado cierta desconfianza en la rentabilidad de los nuevos medios, desconfianza que se traduce en algunos casos, en falta de atención, de dotación de recursos o de inversión económica para el adecuado desarrollo de los mismos.
Numerosas empresas parecen mantenerse a la espera de que las condiciones cambien, de que el nivel de penetración de la Red aumente y con ello se animen los anunciantes y lleguen los beneficios. Algunos datos podrían indicar que no resulta una mala estrategia. Por ejemplo, según el informe Shaping the Future of the Newspaper: analysing strategic developments and opportunities in the press industry, la inversión publicitaria de los medios norteamericanos creció de forma notable entre 2003 y 2004 gracias al aumento de la penetración de Internet en EEUU, y la audiencia de las sedes web de periódicos como el International Herald Tribune y The New York Times, ha llegado a sobrepasar ya la de sus ediciones impresas.
Sin embargo, a pesar de lo alentador de los datos anteriores no creo que persistir en una actitud de espera sea una buena opción. Probablemente, como internautas, no tardemos en disponer de aplicaciones que permitan filtrar el contenido publicitario de las páginas visitadas y con ello, la problemática seguirá servida. Creo que la solución pasa por intentar ser más creativos a la hora de buscar oportunidades de negocio. En este sentido, el panorama internacional ofrece muestras interesantes. Por ejemplo, The New York Times ha creado ProDesign, un original servicio dirigido específicamente a la industria del diseno (arquitectos, decoradores, disenadores de interiores, consultores de arte, etc.) a través del cual el periódico comercializa su fondo histórico fotográfico ofreciendo copias en formatos y soportes especiales.
Sobre la insuficiente explotación de la tecnología multimedia creo que es una consecuencia más de la falta de una verdadera apuesta por los nuevos medios. Si bien es cierto que algunas de las grandes cabeceras están materializando la inclusión de video, fotografía, audio, gráficos, etc., como documentalista, la principal crítica en este sentido es la falta de un adecuado tratamiento documental de los materiales acumulados y la deficiente calidad de los sistemas de recuperación, de los archivos a través de los cuales se ponen a disposición del público. Sin duda, una mayor participación de profesionales de nuestro sector en el diseno y desarrollo de estos sistemas contribuiría notablemente a su mejora. Pero eso es algo que los responsables de los medios no parecen considerar demasiado por el momento.
Gratuidad versus pago: la cuestión es compleja. En países con un elevado número de internautas, el que las visitas a ediciones digitales de contenido gratuito supere las ventas de ejemplares impresos (como ha ocurrido ya en el International Herald Tribune o en The New York Times) plantea un nuevo problema: la canibalización de las versiones impresas por parte de las digitales. En aquellos medios donde la edición digital ofrece gratis todos sus contenidos, la migración de lectores de la versión en papel hacia la electrónica erosiona los beneficios que ésta genera. Y eso, claro está, preocupa a los editores, que se debaten entre hacer pagar por los contenidos digitales (corriendo el riesgo de perder unos beneficios publicitarios superiores a los que generarían las suscripciones de pago) o asumir la pérdida de ingresos provocada por el descenso de ventas de ejemplares impresos. La decisión no resulta fácil. Algunos analistas senalan que, hoy por hoy, la solución está en crear nuevas oportunidades de negocio basadas en la convergencia entre ambas ediciones y en diversificar las formas de distribución y comercialización de las versiones impresas, entre otros.
A la dificultad de decidir entre la gratuidad o el pago se suman algunas opiniones y planteamientos que acaban de complicarla. Por ejemplo, el escritor Andrew Stroehlein, editor de la lista de distribución Triumph-of-Content-L afirmaba ya en el 2001 que en Internet casi siempre habrá alguien que publique lo que tú estás difundiendo, a fondo perdido y gratis. También hay quienes se preguntan si será la naturaleza implícita de la Red la que dificulta su utilización como plataforma para generar beneficios. Quizá, estamos todos trabajando con algo que es inherentemente no comercial. A finales de 2002 Kevin Kelly, editor de Wired, anadía que el valor de los contenidos en Internet tiende a cero debido a su sobreabundancia informativa. En contraposición a estas ideas, numerosos editores apoyan (aunque pocos lo hayan puesto en práctica) el cierre de contenidos como medio de conferir valor al trabajo intelectual que supone la producción de los mismos, amortizar el coste económico de dicha producción y evitar, en la medida de lo posible, que otros (algunas empresas de clipping, por ejemplo) obtengan beneficios con la reutilización y venta de sus informaciones.
Sin duda nos quedan muchas novedades que ver en el desarrollo y evolución de los medios digitales, por eso resulta sugestivo e interesante seguir observándolos.
Fuentes consultadas:
Saludos cordiales.
SOBRE BUSCADORES Y BLOGS
Por Javier Guallar
En relación a las últimas aportaciones que han hecho a partir de mi nota sobre prensa digital Lluís Codina y Jorge Serrano Cobos, que agradezco mucho por su interés. Coincido con las apreciaciones de Lluís. Él es más contundente que yo en su juicio al situar en dos extremos bien opuestos las prestaciones de búsqueda documental de El País y de My News.
Es muy cierto que desde el punto de vista de un documentalista, que necesita localizar una información de manera profesional, es decir de manera precisa y rápida – y más si se trabaja en un medio de comunicación en que nos piden las respuestas en minutos (o segundos) – , es fantástico disponer de herramientas de alto nivel como My News o Factiva, mientras que muchas veces resulta muy frustrante localizar esas mismas informaciones directamente en los sistemas de búsqueda de los diarios digitales.
Éste es un hecho bastante claro, y sería muy interesante disponer de datos científicos actuales sobre ello (es decir, un estudio comparativo de las prestaciones documentales reales de los principales medios digitales espaí±oles). Mientras tanto, mi experiencia profesional del uso de los mismos va en la línea de lo que manifiesta con rotundidad Lluís, aunque yo podría matizar algo más en algún caso, si bien no quiero entrar ahora en opinar si tal o cual diario es un poco mejor sin aportar datos precisos.
Asimismo, las posibles explicaciones del misterio (en palabras de Lluís) por la poca calidad general de los motores de búsqueda de los medios, quizás se deban buscar en las diferencias de modelo de negocio entre un medio de comunicación digital y una base de datos de información de actualidad.
Por un lado, las bases de datos como MyNews o Factiva, son productos dirigidos a usuarios profesionales en su totalidad, a los cuales se les ofrece sistemas de búsqueda muy buenos para que ellos encuentren lo que necesitan con rapidez o bien se les envía directamente aquello que precisan (en variedad de servicios personalizados). En su negocio es clave que los motores de búsqueda funcionen muy bien, sin esto no hay negocio.
En el otro lado, los diarios digitales son en realidad portales de información y ocio dirigidos a un público muy amplio (en principio a todo tipo de público) al cual se le ofrece cosas bien diferentes. Dentro de este producto global, el usuario profesional que puede valorar con criterio la calidad de un sistema de búsqueda es solamente una parte del negocio. Y aún más, a este usuario, pongamos por ejemplo una biblioteca pública que tiene la suscripción de un diario digital, se le está vendiendo principalmente la colección del medio de comunicación en formato digital. Que el sistema de búsqueda de esa colección digital no sea muy bueno pasa a un segundo plano.
En segundo lugar, son muy interesantes las reflexiones que hace Jorge Serrano Cobos sobre los blogs. Hay un debate abierto en estos momentos sobre si se deberían considerar o no medios de comunicación. Simplificando, los bloggers estarían claramente a favor, los medios tradicionales en contra, y entre los medios digitales encontraríamos opiniones diversas, aunque algunos estudios muy significativos están en contra (por ejemplo, Cibermedios, coordinado por Ramón Salaverría, que comento en mi nota).
En mi nota no me «mojaba» directamente, si bien al incluirlos en un texto sobre prensa digital creo que ya indico mi opinión. Yo no diría, como Jorge, que son el medio de comunicación en Internet, pero sí que han sido el fenómeno, el suceso más importante ocurrido en el ámbito de la información de actualidad o información periodística digital en estos últimos años.
Por tanto, yo sí creo que son medios de comunicación, y quizás aquí deberíamos todos los profesionales, estudiosos e interesados en el tema hacer un esfuerzo por avanzar en una definición consensuada de los mismos. Mi opinión es que son medios de comunicación personales, y en cuanto tales, sí que difieren de muchas de las características de los medios tradicionales y de los medios digitales, pero no creo que por ello se puedan obviar.
En cualquier caso, creo que éste es un tema abierto, y que afecta, más que a los documentalistas – que también podemos opinar en la parte que nos toca – especialmente y mucho al periodismo en general y a los periodistas y bloggers en particular.
Un saludo,
LA EVOLUCIÓN DE LA PRENSA DIGITAL SIGUE SU CAMINO
Por Javier Guallar
Ángels Jimenez ha profundizado en su reciente contribución en varios de los aspectos que yo señalaba en mi nota sobre prensa digital de hace unos días. No insistiré en todos ellos para evitar reiteraciones, pero sí que me gustaría destacar la claridad del análisis que hace sobre las razones de la escasa madurez de la prensa digital en España. Ángels atribuye este hecho a que las empresas informativas no se han decidido todavía a apostar con claridad por el entorno digital y lo relaciona directamente con las bajas cifras de penetración de Internet en nuestro país.
Efectivamente, ésta es la situación actual y seguramente confluyen en la misma variados factores económicos y profesionales. Cito algunos: las deficiencias propias del ecosistema digital español (bajas cifras de penetración de la nuevas tecnologías); la falta de una mayor cultura de la Red en las veteranas direcciones de muchos medios de comunicación tradicionales; la consiguiente desconfianza desde los medios tradicionales hacia los nuevos medios; la influencia del enorme batacazo que supuso el estallido de la burbuja tecnológica (recordemos que las inversiones en los
medios digitales llegaron a ser muy altas en los momentos de más apogeo especulativo en internet a finales de los 90, pero acto seguido sobrevendrían enormes pérdidas económicas para muchas empresas)…
Por tanto, si los diez primeros años de existencia de la prensa en Internet en España han dado para mucho pero no han permitido una cierta madurez del sector, cabe pues decir que la evolución de los medios digitales no ha llegado ni mucho menos a un hipotético nivel de consolidación sino que sigue su camino.
Quizás dentro de diez años podamos hablar en otros términos.
Un saludo.
APORTACIÓN DE NUEVAS FUENTES
Por Rosana López Carreño
Hola a todos,
Leyendo algunos de los últimos artículos de Thinkepi y, en concreto La prensa digital en 2006, donde se realiza una somera revisión del estado del arte en torno al periodismo digital y a los portales periodísticos, he observado que se presentan retazos sobre clasificaciones de dichos portales y de SVA ofertados desde los mismos.
Dado el interés que, intuyo, despierta la materia tratada y para profundizar en estos aspectos, os remito a la línea de investigación, iniciada en el año 2002 por nuestro grupo de investigación, donde ya se analizaban minuciosamente estos portales periodísticos (aquí tratados como informativos), así como los elementos que los componían (productos y SVA), además de propuestas de clasificación de los distintos ítems. Desde entonces, venimos trabajando en esta línea, donde con el tiempo hemos constatado la confirmación de nuestras hipótesis y propuestas respecto a este tema.
Además podéis consultar también (a texto completo) mi tesis doctoral Análisis de los portales periodísticos españoles. Taxonomía de sus elementos componentes, (2003).
Podréis acceder al texto completo de parte de nuestros trabajos en la dirección: http://www.um.es/gtiweb/rosana/actividad.php
Seguimos trabajando. Un saludo a todos.
AGRADECIMIENTOS Y ACLARACIÓN
Por Ángeles Jiménez López
El pasado 5 de mayo, la Dra. López Carreño aportó una contribución a uno de los temas que nos vienen ocupando en esta lista en los últimos días: la prensa digital española. Desde aquí deseo agradecerle sus informaciones y expresar algunas opiniones al hilo de sus comentarios:
Los que observa, en la revisión de Guallar, como retazos sobre clasificaciones de portales y servicios de valor añadido ofertados desde los medios digitales, son más bien, bajo mi punto de vista, alusiones o referencias a trabajos existentes sobre el tema y realizados por personas o equipos de investigación de nuestro país que llevan analizando la prensa digital española, desde la óptica documental, varios años. Este es el caso (por añadir algunos al referido grupo de la Universidad de Murcia), de la Universidad Carlos III y Complutense de Madrid o del írea de Documentación de la Autónoma de Barcelona, que está en ello desde 1998 y en cuyo seno se desarrolló la tesis doctoral titulada «Estudio de la gestión documental de la información, en los servicios de valor añadido, de los medios de comunicación digitales: el caso de la prensa diaria en el Estado Español» (presentada en 2001 y consultable a texto completo, en su versión catalana, en la base de datos Tesis Doctorales en Red.
Siempre bajo mi punto de vista y respetando el de otros colegas, creo que calificar de somera (ligera, superficial, hecha con poca meditación y profundidad, según el diccionario de la RAE) la revisión presentada por Guállar, no resulta demasiado oportuno. Si se consideran los aspectos y tendencias que el autor apunta y el marco en el que presenta su contribución (una lista de distribución especializada, donde conviene ser sintí©tico), al menos para los iniciados en la materia, creo que es suficiente e informativa. Prueba de ello son los comentarios que ha suscitado a profesionales que, lejos de ver despertar ahora su interí©s por el tema, lo conocen y trabajan desde hace algún tiempo.
Al margen de las discrepancias y opiniones personales expresadas, reitero mi agradecimiento a la Dra. López Carreño por su información y referencias.
Gracias por su atención y saludos cordiales a todos.