Resumen:
En 2010 Thomson lanzó un nuevo índice de citas dedicado a los libros: el Book citation index. Esta nueva base de datos ha abierto nuevas posibilidades para el análisis bibliométrico de campos como las humanidades y las ciencias sociales. Sin embargo debido a su juventud aún sabemos poco sobre su cobertura y especialmente de los editores científicos que se han tenido en cuenta en su elaboración. Se analiza la cobertura por países, idiomas, concentración editorial y una comparación con el producto español Scholarly publishers indicators (SPI), del CCHS/CSIC. Se concluye que tiene una orientación marcadamente anglosajona, gran concentración editorial y, para agravar la situación, ausencia de editores reputados.
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Torres-Salinas, Daniel; Delgado-López-Cózar, Emilio. «Cobertura de las editoriales científicas del Book citation index en ciencias sociales y humanidades: ¿la historia se repite?». Anuario ThinkEPI, 2013, v. 7, pp. 110-113.
REPRESENTACIÓN DE LA PRODUCCIÓN ESPAÑOLA DE LIBROS CIENTÍFICOS
Por Ángeles Maldonado
Indudablemente debemos felicitarnos por el lanzamiento del Book citation index de Thomson reuter, sobre todo los especialistas del mundo de las ciencias humanas y sociales. Por fin las monografías también podrán ser tenidas en cuenta en su evaluación.
Desde mi punto de vista, está muy bien estudiar esta herramienta a fondo para conocer su potencialidad. Pero, ¿no sería también importante apoyar la creación de un sistema donde la producción española de libros científicos esté más representada?.
ANÁLISIS Y DISEÑO DE PRODUCTOS ALTERNATIVOS
Por Emilio Delgado López-Cózar
Por responder directamente a la pregunta: evidentemente, Sí. Ahora bien, las responsabilidades de un investigador en estos temas, entiendo que son dos:
– Analizar de forma empírica y rigurosa cuáles son las bondades o debilidades de los nuevos productos que salen al mercado. Y eso es lo que hemos hecho aquí, concluyendo que este producto tiene múltiples sesgos, que se basan en una política de selección sesgada, y que debe conducir a un cambio en dicha política justamente incorporando libros científicos no sólo de origen anglosajón, esto es, españoles, italianos, franceses, alemanes, japoneses, etc. ¿No es esto apoyar la creación de un sistema donde la producción española de libros científicos esté más representada?
– Confeccionar productos alternativos. En eso estamos y próximamente tendréis noticias de ello.
En fin, creo que no se puede hacer más con menos.
PRODUCTOS ALTERNATIVOS, JUNTO CON PROFESIONALES DE LA INFORMACIÓN
Por Ángeles Maldonado
Estoy completamente de acuerdo contigo en la primera de las responsabilidades del investigador que sugieres, es decir, la de “analizar de forma empírica y rigurosa cuáles son las bondades o debilidades de los nuevos productos que salen al mercado”.
Respecto a la segunda, “confeccionar productos alternativos”, no sé si estoy totalmente de acuerdo.
Para que lo estuviera, yo completaría la frase y añadiría “junto con profesionales de la información”, pues pienso que quizás pudiésemos aportar nuestros conocimientos sobre tratamiento y almacenamiento de información. Pero sobre todo, antes de crear un nuevo producto, apoyaría a los ya existentes, sugiriendo mejoras, si pienso que son mejorables.
Eso sí, siempre utilizando la crítica constructiva. Digo esto, porque ya tenemos ejemplos de varios productos que dejan de actualizarse por carecer de la infraestructura adecuada para su mantenimiento.